Si, soy de esos

"Yo es que no voy a ese tipo de sitios", "Pero estamos en Madrid, llevadme a algo típico", "De eso hay uno al lado de mi casa"...Mentira, ya quisierais en tu pueblo ser suficientes como para que abrieran uno.

En nuestra sección de lugares de la bella city nos dedicaremos el día de hoy a la defensa de esas grandes compañías que nos solucionan dónde comer y a las que muchos hipócritas acuden con gafas de sol para no ser reconocidos.

Y es que, a que capitalino de hoy en día no le han puesto mala cara alguna vez que ha propuesto ir a un Ginos, o a un Foster´s, a un Starbucks...(mucho cuidadín con lo que decís del Starbucks).

Sabemos que los movimientos alternativos están a la orden del día y que hay que promocionar el pequeño comercio. Completamente de a cuerdo. Pero no perdamos la cabeza, o mejor dicho, no nos la cortéis a los que acudimos a estos lugares sin rezar dos padres nuestros al salir.

Una ciudad se parece a sus habitantes, de eso trata el juego de la oferta y la demanda. Y nuestra amada Madrid está atestada de franquicias que ofrecen sus mejores ofertas de forma mayorista. Bonita metáfora.

Personas y formas de actuar...es curioso como para una primera cita intentamos buscar el sitio idóneo, especial, interesante y medio secreto. Que de esos también tenemos muchos. Y así hacer que nuestro/a acompañante se quede maravillado/a con nosotros. Después de tres meses estamos cenando en el Vips como todo hijo de vecino. 

Alabamos la personalidad y la originalidad, pero ambas se encuentran en más de una ocasión con falta de tiempo para innovar.

Aunque como con todo, también encontramos a sus fans. No es raro encontrarte el Instagram del habitante de provincias de turno lleno de fotos con la sirena de Starbucks o sentado en un sofá con cara de interesante y un Muffin de primer plano cuando hace una visita a la capi.

¿Quien no ha aprovechado los miércoles para comer barato? o ¿Quien no pide cubos con mayor rapidez que sus hígados metabolizan la cerveza?.

Muchos son los que conocen mejor la década de los 50 gracias a Tommy Mel´s o Peggy Sue´s. En estos últimos mis amigos y yo descubrimos el afán por el chili, siempre terminado con un buen batido de los que no sube por la pajita ni con una bomba de piscina.

Para el ciudadano de a pie, el que come porque es lo que toca para después seguir con sus "que haceres"  diarios, estos lugares le pueden solucionar la vida en más de una ocasión.

He de reconocer que muchas de las reuniones generales de sinMdeModa tienen lugar en estos tipos de locales. El tiempo es oro, y ante algo seguro, ¿para que complicarse?.
Cada día nos capitalizamos mas, y sin perder el rumbo, tampoco es algo malo. Ya habrá tiempo y ocasión de ir a ver señoronas y camareros celiacos a Embassy.

Mientras tanto nos vemos el lunes, que me han dicho que hay nueva promoción y yo ya tengo suficientes bocadillos de calamares por el momento.

Virtualmente vuestro M.L.M