Internautas que estáis padeciendo la depresión post puente de Halloween (Día de todos los santos para los más tradicionales) antes de nada quiero transmitiros mis mas sinceras disculpas por este parón creativo, he reconocer que toda la culpa ha sido mía, mi vida durante estos días ha sido de lo mas caótica.
Hoy en mi linea en defensa de las mujeres y nuestros derechos en la cama y fuera de ella, quiero hablar de la suerte que tenemos, dentro de lo que cabe, por haber nacido en el siglo XXI.
Feliciana, Teresa, Isabel, Julia, Inés. ADN mitocondrial. Todas hembras: cuatro generaciones escasas separan el agujero en la zona estratégica del camisón de las sesiones de tupper-sex. Cuanto miedo han debido pasar las mujeres, sin saber lo que les esperaba en la noche de bodas porque eran vírgenes desinformadas o porque no lo eran y tenían que manchar las sábanas con sangre de pollo. Mujeres que se han diluido entre sangre y coágulos sobre una mesa sucia porque se enamoraron pero no las quisieron desposar. Mujeres repudiadas por no ser capaces de concebir un varón, ignorantes de que la culpa era de él. Mujeres muertas en partos no deseados ni evitables, mujeres que no llegaron a serlo porque las mataban por su sexo al nacer, mujeres violadas,…. La mujer es mucho más sexual que el varón, para lo bueno y para lo malo y sin embargo, hasta hace bien poco, sólo podíamos atisbar el sexo como Feliciana, a través del agujero del camisón.
Nosotras, las mujeres siempre hemos dado miedo a los hombres. Han puesto nuestra sexualidad a su servicio, nos han puesto detrás de ellos, ciudadanas de segunda o de quinta, que no podían votar hasta ayer, ni ser titulares de sus bienes, ni heredar, ni ser tutoras de sus hijos. Anna Karenina se enamora de ese majadero de militar y tiene que abandonar a su hijo (decisión más que discutible, por otra parte) porque en aquellos tiempos los hijos eran de los padres y sólo si les venía bien quedárselos. Las madres no podían ir a juicio y reclamar la custodia. De hecho no podían ir a juicio ni a reclamar al vecino que podase el seto porque hasta los años setenta las mujeres en España necesitaban un tutor legal para cualquier acto jurídico, como las personas declaradas incapaces. Así fue hasta la Reforma del Código Civil de 02.05.1975, que tardó años en ser efectiva por la reticencia de Notarios y Registradores (hombres) a aplicarla.
Tanto ruido que arman las asociaciones de hombres separados (no discuto que sea molesto vivir en una autocaravana o de vuelta con mamá) no se dan cuenta de que el hecho de que las mujeres puedan seguir ocupándose de sus hijos en caso de ruptura es una novedad histórica y legal. Las mujeres que osaban tener una vida sexual variada eran un poco putas y se tenían que morir de tuberculosis, como la dama de las camelias o la Kidman de Moulin Rouge, que es lo mismo pero musicado y con Obi-Wan henchido de amor y de Elton John. Las mujeres que se acostaban con un hombre sin sacramento de por medio eran hasta anteayer “mercancía averiada” como Anne Hathaway- Fantine cantando como la vida mató el sueño que soñó. Conste que lo que más miedo da de “Los Miserables” aparte de que Hugh Jackman no salga muy guapo es que las que echaron a Fantine al lodazal fueron mujeres, compañeras de trabajo. Las mujeres podemos ser peores que los hombres con las de nuestro propio género, lo que nos faltaba.
“Lo femenino” es un arcano poderoso e incomprensible para los varones de la especie. La regla, el embarazo, dar de mamar, hasta los sofocos menopáusicos. Ellos son más simples, incluso biológicamente hablando. La cuestión es que por fin, hombres y mujeres nos hemos dado cuenta.
De Ana, Marguerita y Fantine a mi tatarabuela Feliciana y su casto camisón de algodón blanco hasta los pies, la cosa no ha cambiado tanto. De Feliciana a Inés, que se preocupa por si salta el detector de metales si mete su vibrador, de nombre Mr. Buff, en el equipaje de mano, hay un abismo. Bendito abismo.
Disfrutemos de nuestro nuevo status con moderación, tampoco hay que pasar del machismo al feminismo. En mi opinión, no se trata de pensar en un sexo dominante, ni tampoco se trata de defender hasta la saciedad que todos somos iguales y que todos podemos las mismas cosas. Siendo realistas hombres y mujeres somos bastante distintos y lo que a unos se les da bien a otras peor y viceversa y eso no tiene absolutamente nada de malo. Los hombres tienen mas fuerza física y saben que hacer con un mapa y una llave inglesa y nosotras sabemos preguntar por las direcciones, y hacer mas de una cosa a la vez. En igualdad de derechos, no hay mejores ni peores aunque no podemos olvidar nuestro pasado y seguir luchando por una sociedad más justa para con nosotras. Que hayamos crecido y evolucionado y hayamos conseguido tantísimas cosas no significa que tengamos todo el trabajo hecho, la triste realidad es que aún vivimos en una sociedad machista. No pierdo la esperanza de que a mis nietas nunca lleguen a llamarlas"guarras" ni "calientapollas" si salen de fiesta y se niegan a liarse con alguien.
Los hombres hacen piña y son fuertes, y sin embargo nosotras no podemos evitar sacarnos los ojos las unas a las otras. Desde aquí os insto a ser mas protectoras con las de vuestro mismo sexo. La unión hace la fuerza.
Sed felices con nuestros progresos mujeres, y seguid así, hombres, que cada día que pasa hay uno mas de vosotros que aprende a poner una lavadora y a freír un filete.
Virtualmente vuestras V.M y V.R.
P.D: Si sentís curiosidad por Mr Buff id a Amantis que mira que os lo dije y ya estais tardando. http://www.amantis.net/
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